El viaje de Dum Dum con Perico Fernández a Tailandia para que este último pusiera en juego su título mundial contra Muangsurin es uno más de los episodios melodramáticos en Mear Sangre. Son jóvenes, tienen por delante una oportunidad de oro y no han viajado hasta tan lejos para aburrirse. Las espectativas y el resultado final no podrán ser más diferentes.
La noche del combate hace un calor asfixiante con un nivel de humedad fuera de lo común, Perico apenas consigue sacar fuerzas de ningún lado. Se ahoga. Es derribado en el octavo asalto y despojado del campeonato mundial. Dum Dum se indigna ante la poca combatividad del maño. Ninguno de los dos entiende lo sucedido. Se reconcilian y se quitan las penas en la noche tailandesa, de la que Dum Dum se ha hecho un experto en los días previos al combate como cuenta en el libro.
Perico durante mucho tiempo puso sobre la mesa la posibilidad de haber sido narcotizado. No se había encontrado tan débil en la vida. En alguna entrevista, dejó clara su sensación de que todo aquello fuera una encerrona:
“Aquellos días iban a celebrarse unas elecciones en Tailandia y un candidato a la presidencia era el organizador de la pelea: el boxeador local no podía perder; su triunfo suponía que aquel señor llevaba consigo la victoria y así pasó, que acabó ganando los comicios. Jamás debí ir a pelear allí, pero tenía 23 años, ni padre ni madre… Miranda tenía mi patria potestad y me engañó: había un buen dinero, pero a cambio de ir al matadero.”.
Bajo estas líneas, el cartel anunciador del combate,… aunque con nuestro nulo dominio de la grafía kra-dai, podría poner cualquier otra cosa 😉